Cada semana, Mike nos cuenta un hecho histórico sobre el cannabis. En esta ocasión, se trata de la historia del primer porro de Los Beatles.
Estamos en 1964, John, Paul, George y Ringo están de viaje en Estados Unidos para su primera gira americana. El 9 de Febrero de 1964, tocan en el programa de Ed Sullivan y 73 millones de televidentes asisten al evento. Los Beatles son jóvenes (todos tienen alrededor de 20 años) y aún bastante inocentes. La gira pone mucha presión sobre los Fab Four (los “fabulosos cuatro”, su apodo en la prensa inglesa). Casi todas las noches, desde comienzos de agosto hasta el fin de septiembre, tocan delante de decenas de miles de fans descontrolados y son perseguidos por los paparazzis. Ringo recibe incluso una carta de amenaza de muerte.
Por suerte, el 28 de Agosto del mismo año es el encuentro entre Bob Dylan y Los Beatles en el Hotel Delmonico de Nueva York. Un amigo en común, Al Aronowitz, los introduce para que Dylan, de 23 años en esa época, pueda darles algunos consejos. Bob Dylan, que acaba de sacar su tercer álbum “Another side of Bob Dylan” ya es reconocido como un gran poeta folk. Además, ya se había negado a tocar en el show de Ed Sullivan para no ser censurado, preocupado por mantenerse libre en su papel de hombre del pueblo.
Dylan ordena un vino de mesa y propone a la banda fumar un porro todos juntos mientras lo esperan. Los Beatles y su manager, Brian Epstein, se miran confundidos y este último admite finalmente: “Nunca hemos fumado cannabis”.
Dylan está más que sorprendido: “Pero, entonces, ¿qué es esa canción en la que hablan de estar “high”?”. Y la canta a continuación: “and when I touch you, I get high, I get high”.
Lennon, incómodo, explica que no es así como dice la canción, sino que en “I want to hold your hand” dicen en realidad “I can’t hide” (que significa “no me puedo esconder”).
A Dylan le entusiasma la idea de hacerles probar su primer porro y, luego de poner toallas bajo la puerta de entrada y con la habitación lista, se encarga de liar.
Ringo, que no conocía los modales de un buen fumador, se fuma todo el porro solo y provoca las burlas de Dylan, quien decide finalmente liar uno para cada uno de Los Beatles, para que puedan disfrutar a su ritmo la experiencia.
Desde ese día, marcados por las risas de Dylan, Los Beatles utilizan “Let’s have a laugh” (“riamos un poco” en Español) como código para sus rondas de fumata.
La weed se vuelve indispensable para nuestros amigos, tanto que en 1965, durante la filmación de su película Help!, les sucede a menudo de estar tan fumados que olvidan sus diálogos, estallando en risas.
Como dirán en su mítica canción “With a little help from my friends”: “Yeah I get high with a little help from my friends”. Después de todo, qué mejor ocasión para fumar que con amigos.
Mike Teeve
