Luego de varios meses de discursos, palabras y compromisos, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, finalmente reveló su plan de legalización de cannabis recreativo. Un plan preciso, ya integrado en su presupuesto anual, que todavía tiene que ser aprobado por el Congreso.
En 2019, la legalización del cannabis en Nueva York ya no es una idea difusa, y sólo es una cuestión de tiempo.
El primero paso del gobernador consiste en borrar todas las sanciones generadas por la prohibición a las minorías étnicas y comunidades pobres: « Creemos una industria que beneficiará a las comunidades pobres que pagaron el precio (de la prohibición) y no a las compañías ricas que vinieron a realizar beneficios ».
Here it is: Gov. Cuomo’s plan to legalize recreational use of marijuana for adults. pic.twitter.com/2eRnLEGYnw
— WXXI News (@WXXINews) January 15, 2019
El programa del gobernador prevé crear una Oficina de Gestión del Cannabis que tendrá como deber gestionar la regulación de la industria y el acuerdo de patentes de cultivo y comercio. Además, prevé la supresión de todos los antecedentes penales relacionados al cannabis. Hay que notar que la auto-cultura del cannabis está prohibida salvo para los pacientes.
Los ingresos fiscales generados por la legalización serán redistribuidos hacia los sectores siguientes: la administración de regulación del cannabis, la colecta de datos, la seguridad vial, el desarrollo de pequeñas empresas y los programas y servicios de prevención, de ayuda y de tratamiento contra el abuso de sustancias.
Este nuevo comercio será destinado a las pequeñas empresas, y no a los ejecutivos e inversores de otras industrias. El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill Blasio, pone de relieve la promoción de las minorías: « Tenemos la suerte de realizar algo que nunca fue hecho antes, que es literalmente excluir las grandes compañías y de asegurarse que esta industria sea una industria de pequeñas empresas que tienen en cuenta a la comunidad »