Son muchos los consumidores que fuman cannabis con la esperanza de dormir mejor. Si bien es verdad que es mas fácil dormirse fumando hierba, los sueños tienden a desaparecer progresivamente.
A que se parece nuestro sueño
Es de sentido común decir que el sueño es el estado mas reparador para nuestro organismo.
Dormir es esencial para recuperar energía y resulta que cuando dormimos menos, el cuerpo intenta recuperar las horas de sueño durante el siguiente periodo de descanso.
Nuestro sueño puede ser dividido en tres fases distintas: el sueño liviano, el profundo y el paradójico.
Durante la noche, avanzamos de forma cíclica hacia esas diferentes etapas y cada etapa dura mas o menos 90 minutos. Un hombre medio pasa por cada ciclo entre cuatro y cinco veces por noche.
El cannabis y nuestros sueños
Científicamente, el cannabis posee efectos complejos que tienen influencia sobre nuestro sueño. Conviene recordar que es un droga psicoactiva que actúa directamente sobre el cerebro.
Muchos de los usuarios consumen cannabis para dormirse mas fácilmente, gracias a sus efectos ansiolíticos.
Un estudio publicado en 1975 en la Clinical Pharmacology and Therapeutics estipula que los efectos del THC disminuyen el sueño paradójico (el periodo en el cual soñamos) de los consumidores y aumentarían el sueño profundo (lo que da la sensación de dormir mejor).
El Doctor Hans Hamburger, neurólogo especialista del sueño y director del Centro de Búsquedas del Sueño en los Países Bajos nos recuerda que « Los sueños también ayudan a asimilar el centenar de impresiones e imágenes a las que estamos confrontados cada día. Cuando uno fuma regularmente, esa función se suprime. »
Entonces, por qué nuestros sueños son tan realistas e intensos una vez que dejamos de fumar ? Llamamos a esto el efecto de rebote, o sea que cuando dejamos de tomar una droga que suprime ciertos fenómenos, estos últimos vuelven de una forma mas intensa durante el periodo de abstinencia.
